Los techos de cristal son una opción perfecta para aquellos espacios al aire libre que queremos cerrar en nuestro hogar, comunidad o lugar de trabajo. Los techos de cristal permiten aprovechar los espacios durante todo el año, sin importar el frío, la lluvia o cualquier inclemencia meteorológica.
Este tipo de techos tienen muchas ventajas, de las que ya te hemos hablado en otra ocasión y que puedes consultar aquí.
En Aricruz tenemos una gran experiencia con techos de cristal móviles, y hemos realizado muchos proyectos con resultados impecables para nuestros clientes. Si estás pensando en instalar uno, te recomendamos echar un vistazo a alguno de los trabajos que te mostramos hoy porque estamos seguros de que te van a encantar.
Cerramientos con techos de cristal
Los cerramientos de aluminio son una opción ideal para mantener tu negocio vivo los 365 días del año porque aíslan del frío o la humedad pero permiten disfrutar de la luz y las vistas para que tu terraza siga siendo igual de espectacular. Por su parte, los techos de cristal ofrecen la oportunidad de abrirse o cerrarse según necesidad, una opción perfecta para controlar la temperatura y la ventilación. En este caso te enseñamos un trabajo de Acristalia, con resultado impecable para un restaurante.
Además de para terrazas, los techos de cristal se pueden instalar en patios, porches y prácticamente cualquier espacio que necesites techar. Aquí tienes otra propuesta distinta en color marrón para una vivienda.
Los techos de cristal ofrecen un millón de posibilidades estéticas y prácticas, por ejemplo, además de los dos que ya has visto, también puede resultarte interesante la posibilidad de esta opción metalizada:
Si quieres instalar un cerramiento o un techo de cristal y no sabes por dónde empezar, ¡ponte en contacto con nosotros! Desde Aricruz podemos asesorarte desde el principio atendiendo a tus necesidades, hacer un presupuesto sin compromiso y mucho más. No dudes en escribirnos a info@aricruzaluminio.com y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
